Si quieres aprovechar al máximo tu vehículo y ser como todo un piloto profesional, debes tener en cuenta tres cosas: el vehículo, el contexto y tus capacidades. Sigue estas recomendaciones de los pilotos profesionales y mejora tu manera de conducir.
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Tu vehículo es uno de tus activos más valiosos, no solo por la inversión que hiciste al adquirirlo, sino por la comodidad y las emociones que te brinda. Por ello es importante que conozcas cómo conducirlo de la mejor manera, para cuidarlo y para garantizar tu seguridad.
Cada aventura al volante requiere tu atención a tres cosas: al vehículo, al contexto y a ti como conductor. Para cada una de ellas, te brindamos los siguientes consejos.
Conoce y protege tu vehículo
Lo primero es familiarizarte con las medidas y las capacidades de tu vehículo. Entre las medidas del vehículo considera su altura, el tamaño de las llantas, de los espejos, de la parrilla y de algún accesorio que hayas agregado (como un portabicicletas u otro elemento para transportar objetos). Sobre las capacidades del vehículo ten en cuenta su potencia y a cuantas revoluciones se debe manejar, sus cambios, la profundidad del freno y del embrague, la suavidad de la dirección y todos los mecanismos necesarios para su correcto funcionamiento.
Garantiza que tu vehículo esté en óptimas condiciones. Antes de subirte, chequea las llantas y las luces; una vez dentro del vehículo asegúrate de que cuentas con suficiente combustible, que los espejos estén en perfecto estado y posición y que las luces del cuadro de instrumentos funcionan e indican que todo está en orden. Si hay alguna alerta encendida, revisa el manual del conductor y sigue las recomendaciones.
Una vez que inicies la marcha usa el primer cambio únicamente para arrancar el vehículo, para meter los cambios debes tener en cuenta las revoluciones. Si es motor de gasolina, se cambia entre las 2.000 y 2.500 rpm, si es un motor diésel, entre 1.500 y 2.000 rpm . Lo ideal es que circules el mayor tiempo en los cambios más largos y a bajas revoluciones, esto te permitirá consumir menos combustible. Según el Comisariado Europeo del Automóvil un vehículo de pequeña cilindrada (1,2 litros) que circula a 60 km/h, consume 7 litros en tercera, mientras que en quinta consume 6 litros, es decir, 15% menos.
Cuando vayas a hacer viajes largos en carretera, solicita un diagnóstico de tu vehículo con ello garantizas tu seguridad, la de tus pasajeros y la de quienes se crucen en tu camino. De igual forma, recuerda que las revisiones de mantenimiento estándar se deben realizar cada 10 mil kilómetros o cada año lo primero que ocurra, esto mismo aplica para los vehículos eléctricos. Con el mantenimiento de tu vehículo aseguras que estén al día tanto el cambio de aceite y de filtros como el sistema eléctrico y otros mecanismos. Puedes sacar provecho del servicio a domicilio que ofrecen algunos concesionarios, este te permite agendar la recogida y posterior entrega de tu vehículo en casa para tu total comodidad.
Analiza tu contexto
Debes estar muy atento al recorrido y a las condiciones del terreno por el que vas a transitar (pavimento asfaltado, terreno plano o montaña, por ejemplo), así como a los cambios de altura, las curvas y el estado de las vías. Esto te permitirá planificar tu conducción y escoger las rutas, la velocidad y los cambios adecuados.
Las condiciones climáticas también son un factor clave. La lluvia, por ejemplo, demanda una mayor atención y cuidado, te exige ser más prudente con la distancia que guardas entre tu vehículo y los otros y te obliga a disminuir la velocidad.
Es fundamental que estés muy atento a los vehículos y las personas a tu alrededor. Analiza su comportamiento: seguramente tú respetas las normas, pero en ocasiones debes estar preparado para reaccionar a las posibles imprudencias de los demás. La responsabilidad es la base de tu seguridad: evita riesgos innecesarios y vive al máximo tu vehículo con la tranquilidad que deseas.
Adquiere buenas prácticas
Así como es importante conocer tu vehículo y el contexto en el que vas a transitar, debes conocer tus capacidades y limitaciones para conducir como todo un piloto profesional.
Al subirte al vehículo, ajusta el asiento y los espejos, mantén una buena postura, agarra el volante con ambas manos, usa cuidadosamente el freno y el embrague y guarda una distancia prudencial con los otros vehículos. También debes estar descansado y concentrado.
Recuerda que tu celular es un elemento distractor: evita utilizarlo y cuando sea necesario, usa altavoz y manos libres.
Conocer las normativas de tránsito, te dará el conocimiento para saber, por ejemplo, si puedes adelantar a otro vehículo, recuerda que la prudencia es indispensable. Ten en cuenta también las limitaciones de tu visión en el momento de viajar de noche. Asegúrate de tomar las decisiones correctas al momento de conducir.
Tip: respira y disfruta cada kilómetro de tu recorrido, atrévete a explorar nuevos caminos y aprovecha todo lo que tu vehículo tiene para ti; así experimentarás nuevas emociones. Conoce tu vehículo, analiza tu contexto, adquiere buenas prácticas y te sentirás como Fernando Alonso tras el volante.
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